miércoles, abril 27, 2011

Un casi final de día...
nos damos cuenta de lo importante que es un sólo momento
de que las cosas buenas son eternas.

La huella de lo efímero,
la fugacidad de la calma.
Soy paz en la tormenta,y tormenta cuando hay paz.
No soy.
Silencio.

Dos amigos
Le gustaba hacer reir, era el alma de la fiesta.
De entretenimeinto hacer poesias y deleitar a su gente.
No tenía costumbre de coger cigarros , aunque sí puros.
El otro había llevado una vida dura, marcado por la tragedia.
Rodeado de paz y campo, con una gran alegría a punto de venir al mundo para hacerle de nuevo abuelo.

La gran valentía de la vida consiste en cómo afrontas a aquello que te puede atemorizar.
Esos son los valientes, de los que tenemos que aprender.

Una nueva etapa, tu vida ya no es lo que era.
A solas, a solas con tu familia, con tus amigos,
lo más duro...a solas con tu cabeza.

Entonces uno de ellos pidió un columpio para balancearse con la libertad.
Mientras otro saltaba vallas mientras él intentaba volar.
La vida te deja cojo de un pie y manco de alma.

Sonreía en el hospital, se señalaba dónde le inyectaban anéstesias y bromeaba
sobre su apetito.Pero nos llenó de vida a todos.
Y se fue de pasar un día con la familia.

Aquí oscureció, y las gargantas se hicieron un nudo pensando lo injusta que puede llegar a ser la vida.

Entnonces una brisa de aire balanceó el columpio,
se oyeron risas,
El cielo estaba tapado por las nubes hacia el frente..
pero al mirar hacia un lado siempre estaría aquel trocito teñido de rojo...
que les haría sonreir para recordarles LO ORGULLOSOS QUE ESTABAN DE ÉL.