jueves, enero 31, 2008

TEORIA DE LOS PLANOS SUPERPUESTOS (Historia encajada para un día actual
de un relato de Jorge Bucay)

Todos, en algún momento de nuestras vidas nos hemos dado cuenta de que en el plano que sucedía un acontecimiento de nuestras vidas, o nuestra vida presnete éramos un punto insignificante, imaginémos abajo a la izda. de un plano p.e.
Y empezamos a asumir que había mucho por recorrer su uno/a quería emprender el camino del crecimiento.Entonces..más o menos, empezamos a recorrerlo, a avanzar.
Al principio das un tirón, con fuerza, con ganas, y un día a mitad del camino te resbalas y te encuentras donde decidiste comenzar. Y aprendes, sin maestro, que el camino hay que hacerlo de manera escalonada.
Un dia llegas arriba, y si te das cuenta de "haber llegado", debe ser glorioso. Miras el camino recorrido, te das cuenta de lo sufrido, de lo perdido en el trayecto, pero descubres cómo a pesar de todo no te cabe duda de que valía la pena llegar ahí arriba.
Los demás, recorren su propias rutas en sus planos, de allí para aquí, te miran, te aplauden y te dicen: ¿Qué bien!? ¿Cómo llegaste?..
Psa el tiempo y te das cuenta de que este lugar es genial, pero que no puedes quedarte ahí , quieto/a, para siempre.Buscas otros puntos del plano, y lo manejas tod con más facilidad...controlas, entras, subes, bajas, desciendes y subes más rápido. Te das cuenta de que te quedan unos milímetros de plano más por recorrer, por crecer, y piensas: Por qué no?...
Avanzas un poco más hasta quedar pegado al límite superior del plano....notas que empieza a dolerte un poco el cuello, el techo del plano te aplasta...Ves algo que nunca antes habias notado..
Te das cuenta de que en el techo hay una puerta oculta que sólo ven los que intentan llegar y tienen la cabeza aplastada .
Cres que la puerta tiene un resorte y que al soltarla se vuelve a cerrar inmediatamente. Y lo que es más importante...la puerta conduce a otro plano....ahora que creías que habías llegado.
Cierras otra vez la puerta y te quedas tan campante, no importa por cuanto tiempo...
Un día te das cuenta de que te estás aburriendo, de que todo es más de lo mismo, de que podrías seguir, una ligera sensación de "dejavú".
Abres un poquito la puerta, pasas un poco el cuerpo...decides dejar el pie puesto para trabar la puerta..por si acaso, giras la cabeza y les dices a los demás: -Venid..vamos a ver el otro plano...
-¿Qué?Otro plano? Qué dices?!
Intentas explicar...que está pasando la puerta, y que para eso hay que quitar el pie..
-¿Qué puerta?Si no hay ninguna puerta, de qué estás hablando?
Empieza el desfaio...debes pasar solo/a. Piensas que sólo/a no pasas, duele dejar a gente al otro lado..."Os espero"-les prometes sin que sepan...
Pero el tiempo se estira, y el cuello te duele...Y aguantas, y te inventas consuelo, renuncias a pensamientos y a impulsos.
Hasta que un día , imprevistamente lo haces, traspasas la puerta, y se cierra.
Miras de frente al nuevo plano, sientes un extraño "dejavú"....
Otra vez aquí
Estás solo. Los de antes te pueden decir que estabas equivocado/a, que no deberías haber dado el paso. En este punto nadie está euiocado, porque no es un tema de aciertos y errores. Hay momentos, hay tiempos, hay oportunidades en cada una de nuestras historias. Hay situaciones diferentes, hay planos diferentes.
ANATOMIA DE UN DIA MARAVILLOSO

Todo salío redondo, como si lo hubiera planeado. El despertador no se trabó. Al bañarse quedaba agua en la ducha, y no se enfrió.Las tostadas no se quemaron. Su hijo la besó espontáneamente. Consiguió asiento en el bus. Llevó paraguas y llovió.
Vió a un hombre guapo y el la miró. Le dijeron que era simpática. Cobró el sueldo entero, sin descuentos. Alguien le contó un chiste nuevo, y era bueno.No se olvidó las llaves.
El perro saltó para saludarla. Una amiga la invitó a una fiesta. Su novio le había preparado su plato favorito y después de cenar le confesó que tenía ganas de hacer el amor con ella.
Así, en un mismo día, todas las publicitadas cosas simples de la vida aparecieron rendidas a sus pequeños pies humanos.
- Te alcanza ésto para ser feliz?- le preguntó la luna.
El la miró de reojo, esbozó una sonrisa de compromiso y susurró lentamente:
- No...pero es una gran ayuda para seguir adelante.

El camino de la felicidad, Jorge Bucay